sábado, 26 de diciembre de 2009

CONDORES EN LA COSTA

 Juan José vega

"Danza de los Côndores" Martînez de Compañon siglo XVII

El cóndor, animal totémico, fue uno de los más importantes dioses en el Santuario de Pachacamac. Leemos, en las crónicas, el asombro que causó entre los primeros españoles que llegaron al Perú, como el que sintió el entonces muy joven Pedro Pizarro, de quien recogemos esta cita: "echaban grandes cantidades de anchovetas para que estos 'enormes buitres' las devorasen".
Todavía los españoles no los denominaban cóndores, vocablo quechua, los describían como "grandes buitres".
El cronista de las Guerras Civiles de los Conquistadores, Pedro Gutiérrez de Santa Clara, buen observador de muchas cosas del Perú, aludió también a esas aves colosales, las mayores del orbe, aunque llamándolas siempre buitres; sobre todo se extendió en las peleas de cóndores con los lobos marinos. He aquí su versión:
"Los buitres matan muchos de estos lobos cuando salen fuera del agua, es cosa maravillosa ver su disformidad y fiereza como hemos dicho, porque es muy feo y de mala catadura, tiene grandes fuerzas y los brazos muy gordos y cortos y con grandes uñas y la cola de pescado. Los buitres cuando quieren matar algún lobo se juntan muchos de ellos en el aire y viendo al lobo en seco o sobre aguada, arremeten con gran velocidad a él y le pican a porfía, cual a los ojos, cual a los lomos, cual a los brazos y a la cola, hasta que lo cansan.
De esta manera le dan tantos picotazos que los desangran y los matan y se los comen... Hay grandísima cantidad de estos buitres por toda la costa, y son muy grandes en demasía, que muchos dellos tienen de una punta de la ala y a la otra más de diez y ocho palmos de largo (más de cinco metros), y los cañones son tan gordos casi como el dedo meñique de la mano de un hombre".
El mismo cronista describe otro tipo de cóndores de aún mayor tamaño, que acostumbraban levantar en vuelo tortugas grandes y peces mayores, para soltarlos sobre las peñas "de que se hacen pedazos y los comen muy gentilmente". El enciclopedista Bernabé Cobo cuenta en su Historia del Nuevo Mundo que "El año de 1600, caminando yo por las salinas de Guaura, vi una ballena de desforme grandeza... y se la estaban comiendo cóndores y otras aves carniceras".
Según hemos podido constatar hasta el siglo XIX hubo muchos cóndores en la Costa Peruana; esto se comprueba con las notas dejadas por el investigador norteamericano George Squier en su libro (1865) "Un viaje por tierras incaicas"; en él cita y dibuja cóndores en Pachacamac. Hacia 19 el ensayista Luis Alayza y Paz Soldán, quien se aventuró a recorrer en automóvil la costa sur peruana, la describe en su obra "Mi País": "A nuestros pies, ahí, en el abismo cortado a pico, la playa brava, y en ella los cóndores asoleándose. Unos en rebaño, como hermosos pavos de corral. Otros, como monarcas del éter, describiendo cabalísticos giros sobre los abismos". Como vemos, el cóndor era un animal que también pertenecía a la fauna costeña. En el pasado, su radio de acción fue muy grande. Surcaba los cielos del Perú, del mar a la selva.

El cóndor en el folklore
Según el estudioso Hildebrando Castro Pozo, quien escribió, a comienzos del siglo XX, "los bailes más antiguos, que precisamente sintetizan o, mejor dicho, concretan un período de su desenvolvimiento cultural, son los mímicos y religiosos; de los cuales hasta hoy se conservan el del cóndor y el del pavo". Cuenta Castro Pozo que el bailarín "camina a saltos al son monótono de un pincullo y tinya que el mismo tañe, imitando el andar desgarbado de este animal, bostezando a veces o fingiendo picotear en el suelo y desplegando, en fin, las enormes mangas de su "uncu" a las caricias del Sol, tal como el cóndor extiende sus gigantescas alas".
"La música extraña y amelódica ha dejado de significar la sentimentalidad que le dio origen. Sólo algunos aficionados la saben". En la actualidad, este baile ha desaparecido, lamentablemente. Y nuestros cóndores también van extinguiéndose.

1 comentario:

hilda dijo...

Se aprecia la catalogación de este ser por los españoles que lo consideraban como un buitre debido a las caracteristicas de supervivencia ( mataban a su presa), tambien se recalca sobre las danzas que fueron creadas por pobladores para dar homenaje a dicha especie, que en la actualidad se ha ido perdiendo poco esta tradición y a la vez se ha estado extinguiendo debido a las condiciones del medio.

Es por ello que se debe revalorar y tomar conciencia a aquellas tradiciones que han sido gran significancia para nuestros antecesores y que en su momento tuvo su apogeo y que hoy se obvia.

Hilda Quispe Baez, P-3 2007

NAVIDAD ANDINA

PERU INKA RUNAPACHA Negrillos de Andahuaylas, danzantes de navidad País complejo el nuestro, por múltiples razones. Un caso cercano: la...