martes, 23 de febrero de 2010

LA TUNANTADA DE LOS YAUYOS–XAUXA: HUATRILAS Y CHUTOS

Simeón Orellana Valeriano / Henoch Loayza Espejo

Las crónicas de Cieza de León, Guaman Poma de Ayala, Cristóbal de Albornoz, Pedro XVII y XVIII. Documentos que hoy son consultados ávidamente para poder descubrir o por lo menos esbozar, muy reservadamente, nuestros orígenes culturales; porque lo que hoy somos tuvo su raíces hace miles de años. Ésta es una verdad totalmente irrefutablePizarro, Miguel de Estete, entre otras, nos han dejado testimonios, relatos y descripciones de la forma de vida del hombre Xauxa del siglo XVI

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EL INDIGENISMO ANDINO

Emanuel Sarkisyanz

el punto culminante del sentimiento indigenista en el Perú, coincidió con el ascenso del marxismo si no del comunismo. No solamente Mariátegui se afianzó como una autoridad tanto para el socialismo
como para el comunismo y para el indigenismo peruano: al modo incaico, él fue denominado "Amauta". El comunismo surgió también como uno de los dos sucesores del indigenismo romántico de los años 1920. En Cuzco, tal fue el caso del grupo formado alrededor de la revista Kosko de 1924/5, un poco anterior da la revista limeña Amauta  de Mariátegui. La mencionada revista cuzqueña fue promovida particularmente por el periodista y tipógrafo Roberto Latorre, quien se sentía cómodo tanto en los clubes exclusivos como en medio del proletariado. Él había publicado una versión anterior de Tempestad en los Andes de Valcárcel y trataba también de propagar el leninismo en el Cuzco. Pero las persecuciones por parte del gobierno, ya en 1925,
forzaron a Latorre a refugiarse en el exilio boliviano. Sin embargo, hablando en general, las divisiones ideológicas dentro del grupo indigenista "Resurgimiento" del Cuzco -parcialmente orientado al marxismo - habían antecedido las represiones policiales. Acciones policíacas a mayor escala no empezaron sino después de la caída de Leguía en 1930. Ellas impidieron los contactos del grupo indigenista con los indios.

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ILLA, SENTIDO DE LA EXISTENCIA

Miguel Intip Guzmán Palomino



Runa es el verdadero adjetivo con el que se debe calificar a la gente de los Andes y de la Amazonía colindante ya que, como se sabe, nosotros no somos ni nacidos ni originarios de la India para ser designados como indios. En la actualidad se ven claramente los vacíos espirituales que surgen en la sociedad, carencias y ausencias que las diversas filosofías o religiones son ineficaces de remediar. Desaciertos que hacen de las sociedades desarrolladas los espacios culturales donde mejor se aprecian los iconos verídicos de las injusticias, como también la voracidad del hombre para explotar cada vez mas, incluyendo en esta avidez la rapacería de utilización de sus semejantes.

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EL YUPAY, LOS TAWA TAWAS Y LA HISTORIA DE LAS OCHO HUMITAS

Miguel Inti Guzmán Palomino



El tawa es un número especial-, me dijo el Yupay y antes de que le pidiera explicación,
el Yupay continuó: -Y mas especial son los tawa tawas o sea los cuatro cuatros ( 4 4 4 4 ).
En esos momentos ya habíamos llegado a orillas del lago Puma Ccocha que los que
deforman nuestra lengua dicen Pomacocha. El Yupay juntó las manos, alzó la mirada al
alto horizonte y cerró los ojos como para ver mejor, saludó con devoción a los Apus y
luego recién mojó sus manos con las aguas frías, salpicô gotas a los cuatro puntos
cardinales y se refrescó el rostro.

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TAWA Más allá del Paititi Y de El Dorado

Intip Megil Guamán


El contenido de este escrito no es el producto de la imaginación, ni de sueños elaborados bajo estimulantes, alucinógenos o cualquier otro tipo de sustancias, es simplemente el fruto de narraciones y de hechos reales, de actos vividos y experiencias observadas a lo ancho de un largo viaje sobre el continente de Los Andes.
...
Llegados a Paucartambo tomamos la dirección de un camino inka que nos conducía en dirección norte. En un momento pensamos seguir el curso del río pero este serpenteaba mucho y por momentos se mostraba infranqueable, ahora en el camino pensábamos haber optado por la mejor de las soluciones ya que se presentaba en buenas condiciones y abajo notábamos plateado el serpentear infatigable del río...


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LA IDEOLOGÍA EDUCATIVA ANDINA

Edmundo Guillén Guillén



 Cuando se constata la  existencia de esos sorprendentes testimonios, se confirma con orgullo el vaticinio de Dionisio Inka Yupanqui, quien en las Cortes de Cádiz reunidas el año 1812, al refutar la opinión peyorativa que allí se repetía en referencia a los llamados “indios”, replicó que la miseria e ignorancia que sufrían los pueblos andinos era resultado de la vil explotación de sus opresores, y que si se conociese lo que esos pueblos hicieron en el pasado, admirarían sus obras e incluso tendrían mucho que aprender de ellos.

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VIOLINES EN LOS ANDES

Por: Juan José Vega*
Campesinas de Abancay - Foto: Martin Chambi


En la conquista española tras la penetración castrense, vino la religiosa, con los sacerdotes aficionados a la música o maestros de coros y flautas. Sumando toda la gente dada a la música, tendremos en el Perú de finales del XVI un grupo mucho más nutrido de lo que era dable imaginar. Porque acabadas las guerras, primó la música religiosa y cristiana. Por ello no debe extrañarnos que Garcilaso escriba que, cuando dejó el Cuzco en 1560, había "cinco indios que tañían flautas diestrísimamente por cualquier libro de canto de órgano que les pusieren delante". Anotaría luego que en 1602 “competían ya tantos indios tan diestros en música
que dondequiera se hallan muchos" (III, 28º).
No cabe duda alguna de que las nuevas melodías se expandieron aceleradamente, al impulso de las pocas escuelas religiosas. Fue "gran músico" un personaje de renombre, como Carlos Inquil Topa, hijo de Paullo Topa, es decir, de quien ejerció el incazgo brevemente bajo Diego de Almagro. Aparte de este nieto de Huaina Cápac, también alcanzaron fama en el arte musical los hijos de los caciques de Caráquez y de la Isla de la Puna, así como el cacique de Surco.
En su libro sobre "La fundación de Lima" el jesuita Bernabé Cobo señalaría, poco después, en 1639, que los indios del Cercado de Lima eran "extremados músicos" y menciona varios tríos y dúos de trompetas, flautas, chirimías y otros instrumentos. (Lib. I, cap. 40º). En tierras de Jauja hubo asimismo gran desarrollo
musical, a estar por lo dicho por Juan de Meléndez en sus "Tesoros verdaderos de las Indias". José Quesada Macchiavelli ha recordado cómo un organista del Cuzco componía polifonías con melodías aborígenes en 1551. En 1631 -diceaparecióuna polifonía religiosa en quechua. Fue, pues, toda una eclosión artística
la que se produjo. Culminaría con el gran Ignacio Quispe, quien debió nacer en los mediados del siglo XVII.
Importa remarcar un aspecto de este proceso artístico. La música sacra occidental se reprodujo en la criolla imitativamente, sin variantes. En cambio habría de adquirir singular creatividad en la sociedad indígena. Las nativas, acostumbradas a emitir tonos elevadísimos de voz, al incorporarse a coros católicos, como "sopranos subían a alturas dignas de solistas", como lo señala el musicólogo Arndt von Gavel, quien nos precisa que ellas "en el Cuzco cantaban en do alto; que se encuentra una sola vez en la Misa Solemne de Beethoven, a manera de audacia. Es una nota extrema de soprano de coloratura".
Agreguemos que esos tonos elevadísimos, que aún subsisten, fueron heredados de las harahuina, las muchachas cantoras de las fiestas incaicas, en la corte y en los ayllus.
Pero fue en Juli, el centro aymara de los jesuitas, donde se llegó al avance mayor musical, puesto que se alcanzó a contar con jóvenes que cantaban a cuatro voces; eran en ocasiones un grupo de trescientos estudiantes. Esto sucedía acabando el siglo XVI, como lo especifica orgullosamente Joseph de Acosta en su
Carta Annua de 1578. Entre estos adolescentes había "capilla de cantores y flautas para los días de fiestas solemnes". Anotaba también que "los nuestros que andan entre ellos han probado ponelles las cosas de nuestra santa fe en su modo de canto, y es cosa grande el provecho que se halla, porque con el gusto del
canto y tonada están días enteros oyendo y repitiendo sin cansarse”.

*Publicado en La República, Lima, lunes 21 de octubre de 2002, p. 19.
http://miguel.guzman.free.fr/Runapacha/cuadernos.htm

Nuestros abuelos nos han dicho

Elizabeth Lino Cornejo*
Los relatos recopilados en este volumen son las voces de niños y niñas de San Antonio de Rancas (Pasco). Encontramos en la expresión de estos niños y niñas la inclusión de una voz fresca que nos remite a la posibilidad de expresar con absoluta libertad aquello que sentimos, que soñamos, que queremos, que necesitamos e incluso nos aproxima a todo aquello que no entendemos".Primera mención al mérito artístico en la Primera Bienal Intercontinental de Arte Indígena Inti Ñan- Camino del Sol, Ecuador 2006. En la categoría Premio Atahualpa a la tradición oral.

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*Elizabeth Lino Cornejo

http://zumbayllu.blogspot.com/



Investigadora nacida en Pasco "Ciudad Real de Minas, cuya riqueza solo la ha conducido a la muerte y hoy se retrata como  un triste agujero que espectora a su gente" como ella bien lo dice. Se interesa a las tradiciones orales de nuestros pueblos nativos  que va recopilando, siendo ella misma una narradora oral.


Nosotros invitamos a visitar su blog Zumbayllu para mejor conocer las actividades culturales de esta investigadora defensora de la Cultura Popular.


SIWAR Q'ENTE

"Serrana ingrata" melodîa andina interpretada por Siwar Q'ente Ana Condori Sulca, nacida en 1937 en las serranias de Ayacucho, conocida mundialmente como Siwar Q'ente o Encanto de Colibri

El Cristo de Palacaguina

En estos tiempos de navidad permîtasenos salir de nuestro espacio andino y amazônico para escuchar una bella canciôn de esperanza del compositor nicaraguense Carlos Mejîa Godoy quien la escribiera en 1975, cuando la Revoluciôn de Nicaragua se gestaba. La interpretaciôn es de Amparo Ochoa, cantante comprometida mexicana, nacida en 1946 y desaparecida en 1994 tras una penosa enfermedad;  de extraordinaria belleza, esta antigua maestra de escuela entregô  su canto a las luchas populares en nuestro continente; en su variado repertorio destaca  la canciôn "La maldiciôn de Malinche" .


En el cerro de la Iguana
Montaña adentro de la Segovia
Se vió un resplandor extraño
Como una aurora de medianoche
Los maizales se prendieron
Los quiebraplata se estremecieron 
Liovió luz por Moyogalpa
Por Telpaneca y por Chichigalpa

Cristo ya nació en Palacaguina
Del Chepe Pavón y una tal Marìa
Ella va a planchar muy humildemente 
La ropa que goza la mujer hermoza
Del terrateniente
 
Las gentes para mirario
Se rejuntaron en un molote
El indio Joaquìn le trajo
Quesillo en trenzas de Nagarote
En vez de oro, incienso y mirra
le regalaron segùn yo supe
Cajetillas de Diriomo
y hasta buñuelos de Guadalupe 

Cristo ya nació en Palacaguina
Del Chepe Pavón y una tal Marìa
Ella va a planchar muy humildemente 
La ropa que goza la mujer hermoza
Del terrateniente

José el pobre jornalero
Se mecateìa todito el dìa
Lo tiene con reumatismo
El tequio de la carpinterìa
Marîa sueña que el hijo
Igual que al tata sea carpintero 
Pero el cipatillo piensa
"Mañana quiero ser guerrillero!" 

Cristo ya nació en Palacaguina
Del Chepe Pavón y una tal Marìa
Ella va a planchar muy humildemente 
La ropa que goza la mujer ociosa
Del terrateniente


© 1975 Carlos Mejta Godoy

DESTRUCCIÓN Y CONSTRUCCIÓN EN CÉSAR VALLEJO, MILITANTE REVOLUCIONARIO

Demetrio Rendón Willka
César Vallejo - Foto: Amarakaéri

Había escrito por ello: “Nuestra táctica criticista y destructiva debe marchar unida inseparablemente, a una profesión de fe constructiva, derivada científica y objetivamente de la historia. Nuestra lucha contra el orden social vigente entraña, según la dialéctica materialista, un movimiento, tácito necesario, hacia la sustitución de ese orden por otro nuevo. Revolucionariamente, los conceptos de destrucción y construcción son inseparables”.
Júzguese a Vallejo en esa real dimensión, sin desligar el arte de la ideología, porque precisamente él lo reclamó así, siempre. Recójase su crítica militante al puñado de hombres de finanzas que dictan su arbitraria voluntad en la sociedad capitalista.

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PEDAGOGÍA EN LA OBRA DE NICOMEDES SANTA CRUZ

José Campos Dávila
 
Nicomedes Santa Cruz  1972

Nicomedes Santa Cruz puso de manifiesto una evidente preocupación por los sistemas pedagógicos en
el Perú, sus métodos y finalidades. Proponía, a través de sus escritos, no sólo una renovación curricular, sino la importancia de la educación afectiva como puente para el crecimiento integral del ser humano.

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viernes, 8 de enero de 2010

EL INICIO DEL VALS PERUANO: HOMENAJE A FELIPE PINGLO

Juan José Vega

El vals, en el Perú, es más antiguo de lo que comúnmente se cree. También en el mundo.
Mozart, por ejemplo, ya componía valses, en pleno siglo XVIII; pero los de aquel tiempo eran
muy lentos. Sin embargo, el vals se fue aligerando, mediante pasos rápidos y mayores. Este
vals, "a la alemana", hizo furor en el famoso Congreso de Viena (1815), donde las aristocracias de las potencias europeas se reunieron a fin de trazar los nuevos mapas de Europa y del orbe, tras la derrota de Napoleón, ese "Robespierre a caballo".

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DE LA ZAMACUECA A LA MARINERA

Juan José Vega

Zamacueca en Amancaes por Pancho Fierro

La música criolla no es sólo el vals. También la integran otras melodías (y bailes), entre ellos la marinera, la polca, el tondero y el festejo. Precisamente es en torno al origen muy popular de la zamacueca, madre de la actual merinera, que deseamos decir algo.

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LA RESBALOSA, MÁS ANTIGUA QUE LA MARINERA

Juan José Vega

A causa de un criminal descuido del Estado (que ampara la “cultura-chatarra”) la resbalosa y su melliza, la marinera limeña van cediendo terreno en nuestra colectividad, mientras avanza la variante norteña y aun el tondero piurano, que tanto se parece a la marinera trujillana, al decir de los entendidos. Es hora pues de
proteger también lo de Lima. Conozcamos el pasado de nuestra resbalosa.

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EL TONDERO ¿DE DÓNDE ES?

Juan José Vega


Piura, Chiclayo y Trujillo aún rivalizan apasionadamente en cuanto al origen del tondero. Tal vez sorprenderá que a la lista deba sumarse Ica y hasta Lima, que no figuran hoy en los debates porque se trata de danzas extintas en estas comarcas y en urbes que no han sabido conservar ni la Marinera, en el proceso liquidatorio de nuestras artes criollas, indígenas y afroperuanas.

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EL PAÑUELO Y LA MARINERA

Juan José Vega


La marinera es quizá la danza más bella del mundo, por su mezcla, si es bien bailadaza, de gracia, de erotismo y de vistosidad. Precisamente, en los últimos días, con excelente ánimo revitalizador, Teresa Palomino ha continuado en el empeño de organizar actividades de Marinera Limeña, con marcado éxito y el
auspicio de la Backus, que ojalá otras empresas del país imiten.

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ORIGEN DE LA JARANA

Juan José Vega

Jarana por Pancho Fierro

Jarana era o es la fiesta bailable muy alegre, de esencia criolla o afro costeña. Solía prolongarse varios días y se bebía y comía muy abundantemente y podía acabar en juerga y hasta en tambarria. Pero ¿de dónde procede la palabra jarana?

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Folklore en Amancaes

Juan José Vega

Fiesta de San Juan en Amancaes. Lima, 1843
Juan Mauricio Rugendas (1802-1858)

Amancaes era el non plus ultra del criollismo limeño en sus más calificadas expresiones. Duró más de tres siglos el festejo. Había empezado como romería el día de San Juan, un 24 de junio de los finales del siglo XVI. Luego, con el correr de los años, se fue convirtiendo en fiesta popular. Tomó nombre del amancae, una flor amarilla propia del Perú, que brotaba en esa pampa, gracias a la humedad de las garúas, cubriendo parte de los cerros de las cercanías de Lima por aquel lado. Pero lo que había nacido como devoción acabó
transformada en fiesta de “alegría salvaje”, según la expresiva opinión del francés Max Radiguet.

  Desde 1992 un monumento a Chabuca Granda domina el Puente de los Suspiros en su Barranco querido.


El puente de los suspiros
por Chabuca Granda

Puentecito escondido
Entre follajes y entre añoranzas
Puentecito tendido
Sobre la herida
De una quebrada
Retoña el pensamiento
Tus maderas
Se aferra el corazón
A tus balaustres

Puentecito dormido
Y entre murmullos
En la querencia
Abrazado a recuerdos
Barrancos y escalinatas
Puente de los suspiros
Quiero que guardes
En tu grato silencio
Mi confidencia

Es mi puente un poeta
Que me espera
Con su quieta madera
Cada tarde
Y suspira y suspiro
Me recibe y le dejo
Solo sobre su herida
Su quebrada
Y las viejas consejas
Van cantando
De la injusta distancia
Del amante
Sus arrestos vencidos
Vencidos por los ficus
De enterradas raíces
En su amada


BARRANCO, entre follajes y añoranzas...

Héctor Guzmán Palomino



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BARRANCO, ENTRE FOLLAJES Y AÑORANZAS

Héctor Guzmán Palomino





Existen en Lima muchos lugares de tradición donde el tiempo que pasa pareciera detenerse. Uno de ellos es sin duda alguna Barranco, que con los distritos de Surco, Miraflores y Chorrillos forma una histórica unidad cultural.
Los primeros pobladores costeños, recolectores de mariscos, dejaron huellas en estos lugares, y asombrados por la belleza y riqueza de sus tierras iniciaron una ocupación ininterrumpida a través de los siglos, hasta conformar un asentamiento mayor en el llamado Intermedio Tardío (900-1300 d. C.) de notable desarrollo hasta la llegada de los invasores españoles. En aquella época fue cuando Armatambo alcanzó su apogeo como sitio principal del Curacazgo de Sulco, a su vez uno de los principales del señorío de Ychsma, como se conoció al que tuvo su territorio entre los valles de Lurín y del Rímac.
Según María Rostworowski, el señorío de Yschsma se dividía en ocho curacazgos de los cuales siete se encontraban en el Rímac, a saber:
Lati, hoy llamado Ate, que sirvió de punto de concentración a las fuerzas patriotas que comandadas por el general Quizu Yupanqui intentaron la reconquista de Lima en nombre de Manco Inca.
Guatca, Huadca o Huatca, entregada en encomienda a Nicolás de Ribera. A la llegada de los españoles gobernaba el viejo curaca
Taulichusco conjuntamente con su hijo Guachimano. Los principales itios de culto como el oráculo del Rímac fueron destruidos por los extirpadores de idolatrías. Hoy en día se ha reconstruido la Huaca Pucllana o Juliana.
Amancaes, en la margen derecha del Rímac, gobernada a la llegada de los españoles por el curaca Caxapaxa. Hoy son visibles los restos de la Huaca Huantilla y del sitio de Chuntay (actual iglesia de San Sebastián en Pueblo Libre).
Maranga, Malanca o Malana, igualmente cedida en encomienda a Nicolás de Ribera, cuando tenía como curaca al indígenba cristianizado Diego Chaya Vilca. Vestigios de este curacazgo pueden verse en los sitios arqueológicos de Mateo Salado, Pando, Maranga (que era el sitio principal), la Huaca Tres Palos, la Huaca Hantina Marka, Palao y San Roque.
Guala, acaso integrada a Maranga ya que se encuentra en su territorio.
Callao, en el sitio donde se asentaría el mayor puerto del Perú. Aquí se encontraban los asentamientos de Chuquito y Piti Piti Viejo.
Sulco, situada del otro lado del canal de Lati, siendo el curacazgo más grande de la región, con su centro administrativo y religioso en Armatambo. Los cronistas que evocan el sitio, como Miguel de Estete o
Fernandez de Oviedo, citan cuatro linajes principales para Sulco o Surco: Calla, Ydcay, Centaulli y Cuncham. Entre sus principales sitios arqueológicos podemos citar, además de Armatambo, Campoy, Vásquez y La Calera.
El sitio de Armatambo se encuentra en el distrito de Chorrillos, en el Morro Solar, En la actualidad está casi destruido, por razón de haberse establecido allí conglomerados poblacionales de migrantes, a falta de un
lugar apropiado para vivir.
Durante el período Intermedio Tardío, como queda dicho, Armatambo fue sitio principal del curacazgo de Sulco, manteniendo su importancia en tiempo de los Incas por erigirse en un tambo principal para descanso
de los peregrinos que acudían al santuario de Pachacamac. “El conjunto – nos dice el arqueólogo Daniel Herrero- se extendía desde la actual zona de San Genaro hasta el Salto del Fraile, e incluía un pequeño puerto de pescadores, todavía en funcionamiento. El área central, es decir, donde se concentraba la mayor cantidad de edificaciones, está en parte de las actuales Huacas Cruz de Armatambo, Los Laureles y Marcavilca, mientras que la zona de ocupación doméstica se hallaba en las laderas bajas del Morro.”
El sitio del actual Barranco fue escogido para asentar un pueblo de españoles por los conquistadores Alonso Martín, Juan Tello y Ruy Díaz quienes comisionados por Pizarro en 1535 buscaban un lugar para
fundar una urbe que reemplazase a la de Armatambo. Sin embargo, hubo de esperarse hasta el siglo XVII para que ese pueblo se formase, hecho que ocurrió de pura casualidad y, según los creyentes cristianos,
en virtud de un portentoso “milagro”.
En efecto, ocurrió que en una noche oscura, en que una neblina espesa cubría la mar, un barco de humildes pescadores navegaba a ciegas, sin poder orientarse. De pronto, el resplandor de una cruz luminosa
terminó con la obscuridad, guiando la barca y sus tripulantes hasta las orillas de Barranco. La aparición de la cruz luminosa en medio de una oscura noche solo podía ser atribuida a un milagro, y el panadero de
apellido Caicedo costeó entonces la erección de una capilla en agradecimiento a la divinidad, en cuyo alrededor empezó a aglutinarse el pueblo, construyendo sus viviendas.
Tal fue el origen de la próspera población que en 1874, pocos años antes de desatarse la guerra del Pacífico, alcanzó categoría de distrito con el nombre de Barranco, cuyas bellas edificaciones iban a ser destruidas solo cinco años más tarde. La antigua ciudad de Barranco contaba con molinos de viento de los cuales hasta hace poco quedaba uno, que lamentablemente también ha desaparecido, como mucho de aquello que formaba la esencia barranquina. Así, las tertulias de artistas e intelectuales han debido ceder el paso a restaurantes y discotecas donde el culto al alcohol y a la efímera dudosa diversión van terminando con el romanticismo de sitios como el histórico Puente de los Suspiros, que hoy sirve poco menos que de letrina nocturna.
La licenciada Yvette Ubillús, en su artículo “¿Dónde está el molino?”, escribió lo siguiente: “Saludo la iniciativa de indagar acerca de un símbolo y un bien del distrito como siempre lo fue el molino, ése que los
barranquinos conocíamos tan bien y que daba la bienvenida o despedía a los visitantes en el límite con Miraflores. Han desaparecido tantas cosas entrañables en nuestro querido distrito, que uno se siente casi
autoridades que han pasado y siguen haciéndolo, por el municipio dehuérfano cuando pasea por sus calles, pero esta iniciativa ciudadana por recuperar algo de lo que se perdió, es un buen ejemplo de que nunca es tarde para reaccionar ante los atropellos e imposiciones de las nuestra pequeña gran ciudad.”
El Puente de los Suspiros fue construido en 1876 durante el primer año de existencia oficial del distrito, para unir la calle Ayacucho con la Ermita. En los años siguientes sufrió los embates de la barbarie perpetrada por las tropas chilenas, que incendiaron la ciudad en enero de 1881. Fue recién en 1921 cuando tomó el nombre de Puente de los Suspiros, luego de que se hiciera de él una remodelación completa. Poetas y bohemios músicos han realzado en sus creaciones artísticas la singular belleza de Barranco, que alguna vez fue plena de armonía rindiéndose al Sol que como Alfonsina pareciera ocultarse en el fondo del mar. Hoy de este puente nos queda la ilusión de lo que fue, aunque tenemos aún la esperanza de que algún día pueda recuperar la magia de antaño.
Pasear una tarde por la bajada a la playa o detenerse en medio del puente para observar el pintoresco Barranco es hoy una aventura casi temeraria, pues el visitante se ve asaltado por las solicitudes grotescas
de los empleados de diversos restaurantes que se reclaman mejores que los otros. La evocación poética deviene así fastidio, y la inspiración se escapa rauda ante los olores de anticuchos, picarones, ceviches o….
Pero al margen de todo ello, Barranco sigue siendo un lugar mágico, lleno de historia, lleno de evocaciones, de leyendas, de amor, de dramas, de alegrías y de dolor. Una extraña congoja nos invade cuando vemos la Ermita preguntándonos si sobrevivirá a nuestro regreso, y los árboles centenarios con su follaje acarician nuestros pensamientos.
Puente de los Suspiros, 13 de enero de 2009.

Nuestros abuelos nos han dicho...

Elizabeth Lino Cornejo


Los relatos recopilados en este volumen son las voces de niños y niñas de San Antonio de Rancas (Pasco). Encontramos en la expresión de estos niños y niñas la inclusión de una voz fresca que nos remite a la posibilidad de expresar con absoluta libertad aquello que sentimos, que soñamos, que queremos, que necesitamos e incluso nos aproxima a todo aquello que no entendemos".Primera mención al mérito artístico en la Primera Bienal Intercontinental de Arte Indígena Inti Ñan- Camino del Sol, Ecuador 2006. En la categoría Premio Atahualpa a la tradición oral.

La tauromaquia

Juan José Vega



Toros en Huanta

Todavía se sigue discutiendo si fue indio o zambo el torero Zevallos, pero el famoso pintor Goya, en sus acuarelas, lo da como «indio». En esta misma línea debemos mencionar la Yáhuar Fiesta (fiesta de sangre), registrada ya por Diego González Holguín en 1607 como «camaycun vaca», «encarar el toro y el halcón», que picaba los ojos y que con el correr del tiempo los aficionados cambiarían por un cóndor.

NAVIDAD ANDINA

PERU INKA RUNAPACHA Negrillos de Andahuaylas, danzantes de navidad País complejo el nuestro, por múltiples razones. Un caso cercano: la...